Faltan 15 días para mi grado, de la universidad, obvio. Y resulta, que cuando era novia de Felipo, habíamos planeado mil cosas para ese momento. Tanto inventar y para nada porque hoy ya no estamos juntos.
Y duele, duele un poquito porque hicimos planes y deseábamos cumplirlos rápido, o bueno; yo más que él porque fue una relación bastanteeeee complicada en cuanto a aceptación por parte de mis papás y bla bla. Sin embargo, el tiempo que duramos, tratamos de sobrellevar el asunto, hasta que final, final, no va más. Bueno, si fue y fue, otras veces, pero ya no.
El caso es que, el recordar todo eso es algo triste, y estoy en mis días sensibles. Peeeeooorrr. Y el vecino como que sospecha cuando ando así y se aprecia a colocar las canciones que máááááásss me lo recuerdan. Fin.
No, fin todavía no. A pesar de lo anterior, un día me senté a pensar conmigo misma y organicé un poco mis prioridades y obvio ya él no está en ellas. Aunque se siente el vacío, pero sé que debo seguir y eso hago. También sé que Dios tiene lo mejor para mí. Y no me refiero a hombre, porque realmente todavía me cuesta imaginarme en un futuro con alguien diferente, pero pues, si llega a pasar, puuueeeesss, no sé Ernesto, no sé. Lo que sí sé es que quiero otras cosas, como trabajar, darle una buena vida a mis papás y hermanos, viajar, viajar, viajar y cumplir otros sueños que tengo por ahí.
Seguiré escribiendo, para mí, para el que me lea, o para nadie, pero lo seguiré haciendo. Bye!
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